08 diciembre 2006

Panicus epocus festivus

Y con tanto pasar de meses llegamos a diciembre…mes de reuniones y salidas. ¿Por qué será que cuando llega esta época del año tratamos de vernos con toda aquella gente a la que no vimos durante todo el año?

En diciembre sufrimos del síndrome “Panicus epocus festivus”…en el cual queremos despedir el año con todo el mundo…no me digan que no les pasa eso…siii…admitan que ya tienen la agenda completita de reuniones de aquí a fin de año…. Es bueno admitirlo…vamos jajajaja….

Y ahí comienzan a caer las invitaciones u organizaciones a fiestas de todo tipo: la fiesta de los primos (siii la que tengo mañana), la de ex compañeros de estudio, la del trabajo, la del grupo de la asociación de cultivadores de frutillas, la de la asociación de lectores del diario de los jueves, la de la organización pro-defensa del ornitorrinco tuerco de Tazmania…en resumen…cuanta reunión pueda existir….

Es en ese momento cuando comenzamos a sentir los síntomas del “Panicus epocus festivus” los cuales paso a detallar (verifiquen si sufren alguno de ellos ok?):

Síntoma 1: “Organización compulsiva-desorganizada de reuniones”:

Este síntoma se manifiesta cuando comienzan los: ¿mmmm…y que llevamos?, ¿Dónde nos reunimos?, ¿Cuándo lo hacemos?, y 25315 preguntas más…

Tomemos como ejemplo la reunión que tenemos con mis primos mañana:

Hace algunos años optamos por comenzar a reunirnos los más jóvenes de la familia (bah….algunos ni tan jóvenes jajaja) pues como en toda familia terminábamos viéndonos solo en velatorios o casamientos (y como de estos últimos teníamos pocos….). En si ha sido una fantástica idea pero como somos varios siempre se complica en algo.....

Por la comida no hay problema, así como no hay problema por el lugar pero este año el tema de la fecha fue motivo de angustias, destrozos y ataques de pánico…bah…si sé que exagero pero…¿ustedes conocen a mi familia? jajajaja.

Luego de 3 millones de sms enviados de celular en celular optamos por reunirnos mañana…esperemos no terminar en el hospital….jajajaja….no, en verdad nos divertimos y comemos a lo bestias….jajajaja…y si…ese es otro tema de las fiestas de fin de año….los atracones que nos pegamos…

Síntoma 2: “Orgías gastronómicas”

Al llegar estas fiestas comemos como si al llegar el 31 de diciembre se acabara el mundo…lechones, corderos, pollos, helados, tartas, tortas, pizzas, etc etc etc…y obviamente no pueden faltar las bebidas espirituosas….y lo peor de todo es que para el 10 de enero queremos haber recuperado la linea jajajajajaja.

¿Quien me va a decir que para el 24/12 y 31/12 tiene pensada una ensaladita de verduras, agua mineral y de postre una fruta? Bah!... si alguien lo admite y cumple es sumamente preocupante….

Por más que no nos agraden la mitad de las comidas festivas terminamos comiendo de todo y en cantidades industriales.

Un claro ejemplo de ello es nuestro país, Uruguay, en donde cuando llegan las fiestas es verano pero sin embargo comemos turrones, fruta seca, pan dulce y budin ingles, y cuanto alimento sea promocionado pero que es típico del hemisferio norte donde es invierno…Y bueno no nos importa nada….comemos igual todo eso…total…es tradición… jajajaja

Es por esto que cuando nos ataca el síntoma 2 nosotros atacamos las heladeras y supermercados….

Síntoma 3 “Compras compulsivas”

Y si…a estas alturas todos esperamos nuestros regalitos de Navidad pero también a veces nos ataca el síntoma nº 3 y nos entra la desesperación de comprar cuanta cosa encontremos delante nuestro…aclaro…yo lo sufro pero trato de controlarme.

El tema es de aquellos en que el síntoma se presenta de forma extrema y terminan comprando un arbolito de navidad (con sus respectivos adornos, luces y demás) todos los años…la pregunta que me hago es: ¿Qué hacen con los arbolitos viejos? ¿los van guardando para armar un mega árbol en próximas navidades?.

Las compras a estas alturas son un horror…si…estamos a 7 de diciembre y salir de compras ya es una pesadilla….y para peor tenemos que comprar también los alimentos si es que sufrimos del síntoma 2 también…ahhhhh que complicado!!!!

Y comenzamos a comprar los regalos de Navidad: para los padres, hermanos, sobrinos, primos, vecinos y hasta para el perro del tío del ahijado del señor que nos cuida el auto cuando hacemos compras…

La tarjeta al rojo vivo….es más pidiendo un descanso a gritos….3500000 bolsas con regalos que ya no sabemos donde esconder en casa para que nadie vea su regalo antes del 24. Ahora me pregunto:….¿yo ya le compré el regalo a mi hermana? ¿Y el regalo de mamá donde lo guardé? En serio….no recuerdo jajajaja….por suerte a papá lo arreglo con una super caja de bombones, lo unico que le interesa…o sino le envuelvo el regalo de su cumpleaños pasado (un equipo de audio) que parece encaprichado en no utilizar…buena idea no????

Y cuando pasan las fiestas…..para queeeeee…no queremos ni ver el estado de cuenta de la tarjeta….y menos ver los regalos que nos hicieron….¿por que será que siempre hay alguno que te termina regalando la cosa más insólita e inutilizable que puedan vender? ¿Será que nosotros también lo hacemos? Mmmmm ¿le irán a gustar a mi primo las bermudas hawaianas que le compré y debo enviarle a la base de la Antátida donde está trabajando? Mmmmm….

Síntoma 4: “Las listas de resoluciones de comienzo de año”

Cuando llegamos al 31 nos embarga la obsesión de escribir una lista de resoluciones para el nuevo año, lista tan inútil como algunos de los regalos que recibimos y hacemos.

Perder los 50 kg que engordé en las fiestas….comprarme un Ferrari último modelo…llevarme bien con mi suegra…y otros 300 millones de promesas que sabemos no vamos a cumplir…con lo que llegamos a nuestro último síntoma….

Síntoma 5: “Desesperación por cumplir la lista de resoluciones en el último mes del año”

Y si….el 31 de diciembre del año pasado hicimos una lista que por casualidad vimos a comienzo de diciembre y encontramos que no hemos cumplido ni la cuarta parte de las resoluciones….entonces nos ataca el pánico….

Pánico por querer llegar a cumplir al menos la mitad de lo que nos propusimos por más insólito que sea y ahí es que comenzamos a desesperarnos por reunirnos con aquellas personas que hace tiempo que no nos vemos y volvemos al síntoma 1…donde el “Panicus epocus festivus” vuelve a resurgir….




Ahora bien…digan la verdad….¿ya tienen alguno de estos síntomas (o todos?) ? Si es así les recomiendo visitar a su médico de confianza….. es que no me animo a recetarles algo yo sola….pero mientras consiguen hora para el médico aprovechen a picotear un poco de turrón tomando una buena sidra, repasando la lista de resoluciones para el próximo año…tal como estoy haciendo yo ahora….. jajajajajaja