08 julio 2006

Una mundial locura.

Si…lo admito…odio el futbol ¡!!!! Bah!...para ser más sincera…no me interesa en lo más mínimo ni siquiera como para odiarlo. El sólo hecho de pensar en un grupo de hombres corriendo detrás de una pelota y ganando un dineral por ello, es para mí incomprensible. Si ya sé…con esto perdí a los lectores masculinos del blog pero bueno…muchachos…no soy perfecta..al menos en este sentido jajajaja.

La cuestión futbolística es realmente incomprensible, como ya les dije, para mi. El hecho de hombres (y porque no decirlo…alguna que otra mujer) que se quedan a horas extrañísimas a ver partidos de quién sabe donde, es más..de países que ni siquiera sabían que existían, no logra satisfacer con una respuesta sensata a mi cerebro.

Obviamente en época del mundial las mujeres quedamos viudas y huérfanas debido al aparatito ubicado en el living de nuestra casa, donde se atrinchera el susodicho con provisiones suficientes para alimentar a un pueblo africano durante una semana (si ya sé que exagero pero queda pintorezca la imagen…¿o no? Jaja) , y lo peor de ello es que la mayoría de las mujeres no saben aprovechar la situación, la cual analizaremos a continuación:


En vista que el susodicho se planta frente al televisor poco le importará no tener comida en la mesa, es más…ni se enterará si no estamos.


Podemos tener un amante sin correr el riesgo de ser descubiertas…bah! aunque va a estar difícil de conseguir uno que no se “prenda” a la televisión pero quién lo consiga..yupi!!!! y es más…feliz del tipo que se avive, jajaja


Tenemos la posibilidad de ir de compras sin que un espécimen masculino nos mire con cara de “Mmmm…¿cuanto gastaste?” al llegar a casa.


El shopping y los cafés, que no tienen televisión, son para nosotras solas por lo cual podemos hablar libremente de temas tales como: la celulitis, tinturas para el cabello, parejas insoportables e incluso mostrar libremente el último conjunto de ropa interior que nos compramos recién (y por el cual gastamos una fortuna).


Si tenemos que realizar trámites habrá menos gente, claro que corremos el riesgo que si son fanáticos del fútbol en la oficina nos quieran matar por ir a visitarlos.


Podemos probar a cambiar el color de cabello y no maquillarnos, es más…aumentar un par de kilitos sin que “él” lo note.


Añadiendo al punto anterior…podemos transformar nuestro baño y habitación en centro de operaciones disfrutando de limpiezas de cutis (aquellas donde nos embadurnamos de una sustancia pegajosa de color verde flúo, por ejemplo), baños de inmersión con espuma, entre otras cosas, cosas que no queremos que “él” nos vea así cuando las hacemos.


Y por que no decirlo…fugarnos de casa en tanto dure el mundial, y disfrutar ese tiempo para nosotras.

En resumen…mujeres del mundo no podemos deprimirnos por la mundial locura, sino que la tenemos que ver como una oportunidad…es más tenemos que juntar firmas para solicitar que este evento que tan maravillosamente hipnotiza a nuestros novios, maridos, padres, hermanos, amigos y amantes, se lleve a cabo de manera anual.

Yo ya firmé la petición, ahora bien…quien sigue firmando? Animense chicas!!!!!

Hasta mañana, un beso

Alex


PD: de paso lean este artículo para seguir riendo con el mundial

http://www.montevideo.com.uy/noticia_31396_1.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajaja buenisimo, yo soy un especimen raro porque me gusta el futbol pero no dejo de reconocer que es tal cual lo cuentas en el articulo, mira que hay hombres que no les gusta el futbol (serían los amantes ideales) aunque Ale a veces da gusto ver esas figuras esculturales sudadas atras de una pelota (ademas hay para todos los gustos orientales europeos africanos) jajaja
Un abrazo
Yesi