Sansón y Dalila

No sé porqué será que cuando tengo alguna desilusión amorosa se me ocurre cambiar radicalmente el look de mi cabello…bah!...en si es un intento de demostrar algo así como “viste gil, esto te estás perdiendo ¡!!!” jajaja.

Desde adolescente me ha ocurrido siempre lo mismo, y es por ello que he pasado de rubia a pelirroja, luego a castaña, reflejos, castaño oscuro, pelo largo, pelo bieeeeen corto ….ummmm…parezco publicidad de algún acondicionador de cabello ¡!!!! Jaja. Creo que si fuera delgada optaría por un cambio en el vestuario pero con mis kilitos el cabello es lo que me queda para jugar con la imaginación…

Y bueno…hoy con lo de Víctor tan sólo pensé “mañana voy a la peluquería”, claro está que en sí lo ocurrido no me afectó. Más que nada me puso furiosa por lo caradura que fue el tipo, pero ya estaba necesitando una excusa para ir a cortarme el cabello y en esto la encontré.

Estaba al mediodía esperando en la macrobiótica para comprar mi comida vegetariana (puajjjjj), me senté a esperar mientras ojeaba una Cosmopolitan que traía en la cartera y no había podido leer aún.

De pronto la muchacha que despachaba la comida se puso a hablar con una jovencita, y por lo que pude escuchar era estilista y hacía poco que había instalado un localcito no muy lejos de ahí. En cuanto la chica se fue, aproveché a preguntarle a la empleada acerca de la estilista que se había ido. La recomendó enormemente, me dio lujo de detalle en cuanto a clientas que habían ido y quedado muy conformes, al momento que hacía eso me escribió la dirección en un papelito y me lo entregó.

Luego de almorzar fui al localcito. Muy bien instalado, sencillo pero con buen gusto. Al llegar me encontré con Dalila, así se llamaba la estilista (lindo nombre para esa profesión no??????), entusiasmadísima escribiendo mensajes en el celular y riéndose como tonta.

- Hola, vine porque Juana, la chica de la macrobiótica, me dio tu dirección. Quería cortarme el cabello – le dije apenas entré.

- ¿Eh? Ahhhh, si Juana, mi hermana,…jejejeje, ya te atiendo – me contestó al momento que con un ojo miraba su celular y se reía.

Con razón la tal Juana la había recomendado tanto. Ahhhhh…..Alex…huye de aquí, me dije a mi misma, pero nop, claro que no…no me hice caso !!!!!.

- Ok, ¿donde me siento? – le pregunté ya casi arrepentida de mi decisión.

- Donde quieras…- me dijo al momento que dejaba el celular sobre una mesita (Aleluya!!! pensé)

Me lavó el cabello y luego nos dirigimos a la silla donde se procedería a hacer el corte mortal….

- ¿Cómo lo quieres? – preguntó

- Y bueno…tan sólo cortar unos 5 centímetros (valga aclarar que tenía el cabello pasando un poco de mi hombros )

- Ok…empecemos…- comentó mientras tomaba una tijera con sus manos. Acto seguido la tijera caía en mi regazo.…mmmm…¿Qué hago me pregunté?

- Disculpa, es que estoy nerviosa. – si claro..no me di cuenta…ja! - …es que me estoy por casar.- me dijo y yo lo único que pude pensar fue “Justo lo que me faltaba…!!!”

Una vez que tuvo la tijera en sus manos se puso a cortar mi cabello. Todo iba bien hasta que empezó a suspirar, “¿Dios…quién me podrá salvar?” me dije. Si, si…ahí viene una señora, viva por usted señora!!!!!.

La mujer entró y para mi sorpresa descubrí que era su modista, le traía el vestido de boda para probárselo…ahhhh sólo eso me faltaba!!!!

- No te molesta que me lo pruebe ¿no? – me preguntó sin dejarme lugar a una respuesta, mientras se metía en lo que debía ser el baño.

Ahhhhh…tuve 30 minutos de pruebas, risas y suspiros, me quería largar de allí, ¿pero como hacerlo si tenía tan sólo la mitad del corte terminado? Imposible!!!!!

- ¿Dónde estaba? – preguntó luego que la modista se fue – ahhhh….si, ya recuerdo.

Y a partir de ese preciso momento supe lo que deben sentir aquellos que están a punto de morir. Ví pasar mi vida (al menos la de mi cabello) frente a mis ojos. Resumiendo: no me dio tiempo de decirle nada, cuando me quise dar cuenta había cortado (tal como una máquina automática) unos 15 centimetros de mi pobre cabello !!!!!! Ahrrrrrr…la quiero matar!!!!! ¿Qué hago?

- Listo, quedó lindo ¿no?, justo como lo querías…bien corto… - ahrrrr...grrrrr...pensé

Me levanté de la silla, tomé mi abrigo y le pagué sin decirle una palabra. Por suerte como hacía frío había llevado una gorra, me la puse y salí a la calle con la misma sensación que debe haber tenido Sansón cuando la otra Dalila le cortó la cabellera (claro que si aquella hubiera sido una mujer moderna le hubiera cortado otra cosa, Sansón debe haber chequeado sus partes privadas al despertar y agradecido lo lenta que fue la muchacha ).

Y bueno..aquí estoy agradeciendo que hace frío y puedo llevar una gorra puesta, al momento en que me pregunto: ¿Cuánto demora en crecer el cabello? ¿Lo saben ustedes?.

Hasta mañana….Alex